Hacer una Aurora
La aurora toma su nombre de la diosa romana del alba, pero su causa no tiene nada que ver con la luz del sol (explicaciones anteriores incluso sugirieron que las auroras eran simplemente los reflejos de la luz rebotando de cristales de hielo en la atmósfera). La luz de las auroras es en realidad semejante a la luz producida por una luz de neón – algunos gases se excitan y brillan cuando la electricidad pasa a través de ellos.
El viento solar algunas veces causa perturbaciones en la magnetosfera de la Tierra. Las auroras ocurren cuando los electrones de alta energía de la magnetosfera son guiados por el campo magnético de la Tierra hacia las regiones polares y nuestra atmósfera. Allí, colisionan con oxígeno y nitrógeno, átomos, excitando eléctricamente estos gases de modo que emitan luz, muy parecido al resplandor de una lámpara fluorescente, una luz de neón, e incluso tu TV.
Las Auroras vienen en Diferentes Colores
Las auroras que se ven con más frecuencia ocurren aproximadamente 100-160 km (60-100 millas) por encima de la superficie de la Tierra. Los diferentes gases atmosféricos emiten diferentes colores de luz cuando se excitan (es decir, tienen un espectro EM único). El color particular que ves depende del tipo de gas y cuánta energía tienen los electrones cuando golpean la ionósfera. Las auroras de color amarillo-verde y rojas son causadas por el oxígeno excitado. El nitrógeno excitado es responsable de las auroras de color azul y púrpura, así como algunas rojas. La figura a la izquierda compara luz emitida desde el Sol (espectro continuo) con la de una aurora (espectro discreto). Observa cúan diferentes son.
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